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jueves, 27 de noviembre de 2008

Velocidad




El hectómetro es una prueba de ritmo y velocidad en estado puro. La clave está en salir bien, acelerar lo más rápido posible y mantener tu máxima velocidad todo lo que puedas. En la salida se centra toda la explosividad. Reaccionar a tiempo nada más sentir el pistoletazo, expirar fuerte y salir con zancadas no excesivamente amplias.
Como se trata de una prueba corta, puedes reventarte a tope, sin tener que reservar fuerzas para un momento determinado de la carrera.
Dadas las exigencias, un buen corredor de 100 metros tiene que ser fuerte en todo: piernas, brazos y resto de músculos. Además, es muy importante tener una gran coordinación y una técnica muy depurada.


Es la prueba de resistencia de la velocidad pura y dura. Tienes que ser capaz de correr todo el recorrido de la forma más rápida posible y encarar la última recta a tope.


Velocidad en los 400 metros.
En los primeros 100 metros los atletas ponen en juego su explosividad, mientras que en los 200 últimos la resistencia toma la palabra y será la que decide el triunfo. A mí me gusta ser algo conservador en los primeros metros e ir remontando en las cercanías de la meta.
Normalmente, el corredor de 400 es alto y fuerte, aunque hay casos excepcionales, como el alemán Jurgen Schultz, que es capaz de mover sus más de dos metros con mucha soltura.

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